* Análisis escrito por Marc Barry y Frank Abagnale, norteamericanos expertos en seguridad, falsificación y desfalco de documentos y protección intelectual. El Ministerio Público abrió una investigación judical en contra del Hotel Quinta Real de Villahermosa, Tabasco, tras denuncias formales presentadas en su contra, por grabación y extorsión a sus huéspedes.
El actor y cantante Eduardo Antonio fue grabado teniendo relaciones sexuales Colocan cámaras ocultas en cuartos de hotel de lujo
El artista ya presentó la demanda correspondiente por violación a su privacidad. Foto: Marco Polo Guzmán / CuartoscuroDenuncia el artista haber recibido tres llamadas a su celular para exigirle $500 mil.
El actor y cantante Eduardo Antonio Jiménez, compositor del tema principal de la telenovela “Yo Amo a Juan Querendón”, reveló haber sido víctima de una filmación clandestina en una de las habitaciones del hotel Quinta Real de Villahermosa, Tabasco, y de un intento de extorsión, por lo cual presentó la denuncia correspondiente por violación a su privacidad.
Soltero y padre de un menor de 6 años, Eduardo Antonio habría sido filmado en una de las habitaciones que su representante artístico rentó en una de sus giras por esa entidad. En las imágenes, subidas al portal de YouTube, se aprecia al artista teniendo relaciones sexuales con una mujer.
Fue en el transcurso de la primera semana de mayo cuando se enteró de la existencia de ese video, cuando un sujeto le llamó a su teléfono celular para amenazarlo con hacer pública la filmación si no proporcionaba 500 mil pesos en efectivo.
Eduardo Antonio pensó que se trataba de una broma de algún amigo suyo, por lo que su reacción inicial fue terminar la llamada telefónica. Al día siguiente recibió una segunda llamada, pero esta vez la persona que le llamó lo hizo con palabras altisonantes para presionarlo más.
El artista comenzó a tomar más en serio el intento de extorsión, y no fue sino hasta el tercer día consecutivo cuando le hicieron ver, por la misma vía, que “como no tenía interés en proteger su intimidad, muy pronto vería imágenes suyas y las de una mujer teniendo relaciones sexuales”.
El 29 de mayo el video fue exhibido en YouTube y en él se aprecia a Eduardo Antonio jugando con una mujer a los pies de una cama, presuntamente de una habitación del hotel Quinta Real, propiedad de la familia Cantón Zetina.
Antes de ello, el 12 de mayo, Ricardo Limón, representante legal del artista, presentó ante la quinta agencia del Ministerio Público, en el Estado de México, una denuncia formal contra quien resulte responsable por intento de extorsión y violación a la privacidad del artista.
En la averiguación previa CG/II/2119/2008, el abogado del cantante solicitó al Ministerio Público que realizara una inspección visual y detallada del hotel Quinta Real para asegurarse que se trata de una de sus habitaciones, en donde, con cámaras ocultas, se grabaron las imágenes de su cliente.
“En las imágenes se aprecia una cama y ropero idénticos a los de este hotel. Pero seguimos con el proceso indagatorio. Por lo pronto estamos hablando de que se trata de presunciones”, refirió Ricardo Limón.
—¿Han establecido algún contacto con los dueños del hotel
—No ha habido ningún contacto. Lo que hicimos ante el MP es solicitar una inspección ocular por parte del personal del MP.
—¿Pero se corre el riesgo de que se cambie el mobiliario para cubrir todo?
—Existe ese riesgo de que cambien la escena, pero también podríamos contrarrestar esa intención con personas que se han hospedado en ese lugar.
Incluso, el abogado de Eduardo Antonio no descartó hacer uso de las imágenes como una prueba de que podría tratarse del mismo hotel. “De lo que se trata es de ir encuadrando la fecha de la exhibición del video con otras piezas”.
—¿Le comentó que se hospedó recientemente en ese hotel?
—Así es. Lo hizo debido a su actividad profesional y lo hizo como lo hace en otros hoteles.
—¿El representante artístico de Eduardo Antonio podría estar involucrado?
—No hemos hecho ese vínculo. Lo descartamos. No hay conjeturas en ese sentido. Tampoco podemos asegurar que los dueños del hotel estén implicados. Tampoco podemos señalar a algún empleado de ese lugar.
México • Rodolfo Montes
